Originales

En vida

En vida

Por Lázaro Ovidio Díaz Estévez

 Lento caminar cuando las circunstancias cotidianas pueden brindar un receso dentro del agitado mundillo de Santo Cristo de La Salud. La cordialidad que se vuelve respeto y cortesía. Sonrisas que se entrecruzan, estrechones de manos, bromas improvisadas al calor de esa picaresca que no puede faltarle al cubano. Las calles maltrechas conducen al recinto más querido por usted: la vieja iglesia parroquial. El silencio trocado en armonía, el olor de los siglos lacerando los instintos que cada domingo frente a la pila bautismal se confunde ente sollozos de querubines y artificios de familiares.

Absolutizado en fotografías, bien aventurado por todos, vuelves al sendero cimentado con la primicia de algún citadino enfermo, urgido de tus bondades empíricas que la medicina tradicional se perdió. ¿Podrás plácidamente arrullar el cansancio en tú antiquísima saleta? ¿No habrá un atrevido visitante esperanzado por tu consejo? Tinta primera, que apretada, recorre tus innumerables faenas, casi incontables de quien porta el don de aquellos que llegaron para convertirse en paladines de la humanidad y el buen amor. Nuestros respetos Teodosio Domínguez Duque.